Al parecer, en estos tiempos que corren nada nunca se puede dar por seguro, y tampoco en Hollywood. A sólo 96 horas de comenzar a rodar la nueva película de Brad Pitt, Moneyball, el proyecto del actor y Columbia Pictures, que iba a ser dirigido nada menos que por Stephen Soderbergh, se ha quedado en el aire. Y es que el último guión que entregaron los guionistas de la película no le gustó a los productores, que finalmente han dado luz roja a la película, adaptación de un best seller de Michael Lewis sobre la historia real de Billy Beane, un ex jugador de béisbol que se convirtió en gerente general del equipo de Oakland y diseñó su equipo sin apenas presupuesto ayudándose con ordenadores.
La verdad que mucha sustancia el guión no tiene.