Del comunicado del presidente Nicolas Sarkozy se deduce que fue él quién arrancó el "sí" al rey Mohamed VI. Recibió, el martes, en París al ministro de Exteriores marroquí, Taib Fassi-Fihri, y luego conversó por teléfono con el monarca alauí, indican fuentes diplomáticas. El soberano le respondió, el jueves, que Haidar podría recuperar su pasaporte "en las condiciones pactadas". Es decir, al llegar a "territorio del Reino".
Para que Sarkozy se movilizara fue preciso que Francia modificase su inicial alineamiento con Marruecos, que escenificó el pasado día 7 en Bruselas el ministro adjunto francés de Europeos, Pierre Lellouche. Moratinos persuadió a su homólogo francés, Bernard Kouchner, mientras Moncloa activaba sus contactos con El Elíseo. El tercer vértice del triángulo estaba en EE UU. Las conversaciones de Moratinos con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, habrían conseguido neutralizar las gestiones que realizaban en Washington dos hombres de confianza de Mohamed VI.