Casi dos semanas han pasado desde que las lluvias torrenciales arrasaron la sierra de Río de Janeiro y las tareas de rescate aún siguen en marcha. Según el último balance del Ministerio Público, 469 personas continúan desaparecidas y podrían llegar a sumarse, en el peor de los casos, a las 814 víctimas mortales confirmadas hasta el momento.
Las ciudades de Nova Friburgo y Teresópolis -al noreste y norte de la capital de Río, respectivamente- se han llevado la peor parte de la tragedia.