Los Fiscales en el caso de la muerte de Michael Jackson han forzado este lunes a un testigo clave de la defensa a admitir que el doctor Conrad Murray cometió errores importantes cuando suministró al cantante del potente anestésico propofol para provocarle el sueño.
Durante un agresivo interrogatorio, el doctor Paul White reconoció que nunca había oído hablar de que el propofol se administrase en una habitación, como sucedió en el caso de Jackson.