Una temprana tormenta de nieve a finales de octubre ha golpeado el noreste de Estados Unidos, una de las zonas del país con mayor densidad de población, causando tres muertos, dejando a dos millones y medio de personas sin electricidad, retrasando vuelos y dejando hasta 71 centímetros de nieve en algunas zonas: como ocurrió en el oeste de Massachussetts. La nieve cayó desde la céntrica Pensilvania hasta Nueva York, dejando paisajes blanquecinos también en Connecticut, Virginia y Maryland.