Julian Assange, fundador de Wikileaks, ha perdido la apelación que presentó contra la decisión de la justicia británica de aceptar la petición de extradición presentada en diciembre pasado por Suecia. La fiscal que presentó la Orden de Arresto Europea quiere interrogarle para decidir si mantiene las acusaciones de violación y abusos sexuales presentadas contra él por dos mujeres de aquel país en el verano de 2010.
Assange tiene aún un último resquicio para evitar la extradición: sus abogados tienen 14 días para decidir si apelan contra la decisión de hoy y llevan el caso al Tribunal Supremo. Pero son los jueces que le han tumbado hoy la apelación los que han de decidir si aprecian que hay razones para que el Supremo tenga que pronunciarse acerca de dudas legales que pueda plantear su decisión de dar luz verde a la extradición. Si Assange apela, los jueces tienen 10 días para decidir si aceptan que el caso llegue eventualmente hasta el Supremo británico.