viernes, 30 de marzo de 2012

UN POCO FUERA DE LUGAR


YO NO VOY

Para un bando es una victoria desde el punto de vista social y para el otro una invasión de privacidad. Son las dos caras de un plan de las universidades públicas de California para preguntarle a los estudiantes sobre su orientación sexual cuando se matriculen en septiembre, convirtiéndose en la mayor coalición de centros educativos del país en acometer semejante proyecto.

El objetivo de la iniciativa, que sería una opción voluntaria para los estudiantes, es cuantificar el número de personas que conforman el colectivo LGBT (lesbianas, gays, transgénero y transexual), un cálculo que le permitiría a las universidades evaluar si están atendiendo sus necesidades de forma adecuada a través de orientación pedagógica y otros servicios.

"Sería muy útil saber si estamos descuidando a esa población", dice a 'Los Angeles Times' Jesse Bernal, coordinador de la Universidad de California. Bernal cree que preguntarle a los estudiantes, lejos de comprometerles, sería una manera de enviar un mensaje de inclusión en el sistema y de darles una especial bienvenida.