jueves, 8 de diciembre de 2011

SEÑOR PUTIN, NO



El jefe del Gobierno ruso, Vladímir Putin, quiere que su vuelta a la presidencia del Estado en las elecciones del 4 de marzo sea un gran triunfo personal como líder de la nación, limpio de las salpicaduras de los escándalos que han rodeado la victoria oficial de Rusia Unida (RU) en las elecciones del 4 de diciembre.

“Renovación” y “nuevo Putin” forman parte del léxico con el que se quiere caracterizar al candidato y expresidente, que hoy se reunió con los dirigentes del Frente Popular de Rusia (FPR), una organización que pretende ser masiva y desplazar a RU como plataforma de apoyo.

El jefe de Gobierno apuntó hacia dos objetivos: el primero fue distanciarse de RU como si este partido que él creó y dirigió fuera ya un instrumento gastado; el segundo, fue utilizar la retórica de “país acosado” -clásica de la Guerra Fría y atractiva para los sectores nacionalistas- con el fin de acusar a la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, de alentar las protestas sociales contra los resultados de las elecciones legislativas, por decirlo de otra manera, de incitar a una revolución como las que sucedieron en Ucrania o Kirguizia, por citar dos Estados de la exURSS que Putin mencionó como ejemplo de “caos”.

Estados Unidos jamás haría eso.