SOLUCIONES, POR FAVOR.
Teherán espera a Kofi Annan «el lunes o martes», según el ministro de Exteriores iraní, Ali Akbar Salehi. Después de viajar a Damasco, Estambul, Pekín, Moscú y Doha, el enviado de Naciones Unidas y la Liga Árabe para la crisis siria hará escala en el mayor y único socio regional que le queda al régimen de Damasco. Un aliado cuyo Líder Supremo, ayatolá Ali Jamenei, dejó claro mantendrá su «apoyo a la resistencia Siria frente a Israel» y se opondrá a «cualquier tipo de intervención extranjera».
Estas fueron las palabras de Jamenei en presencia del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, que ha concluido una visita oficial de 48 horas a la república islámica. Al contrario que Irán, Turquía apoya abiertamente a los grupos opositores a Bashar Al Assad, que este fin de semana celebran una cumbre de «amigos de Siria» en Estambul. Iraníes y turcos tienen políticas diferentes respecto a la crisis siria, pero comparten la esperanza de que «el plan de Kofi Annan pueda resolver el problema, hay que tener paciencia», según Salehi. Un plan de seis puntos al que Al Assad dio el visto bueno, pero que no parece dispuesto a poner en marcha «de forma unilateral e inmediata», como exige Annan, ya que ayer de nuevo decenas de personas perdieron la vida en las protestas que sucedieron a la oración del viernes en distintas partes del país, según denunciaron los medios opositores.